La importancia del cuidado de los cascos del caballo

Autor: Nestor Imberti Fecha: 26/08/2022

Los caballos están de pie la mayor parte del día. Exceptuando en los breves períodos de sueño que están acostados, todo su peso es soportado por sus patas, en concreto, por sus cascos.

El casco es la capa córnea más externa del pie cuya función es proteger partes internas tan delicadas como son los huesos, los tendones, los vasos sanguíneos y los nervios.

Además, es un amortiguador en sí mismo que absorbe los impactos contra el suelo.

Hemos de tener en cuenta que no sólo cargan el peso del caballo, también el del jinete cuando es montado.

Esto implica que es importante tener los cascos fuertes y sanos.

Los cascos del caballo crecen continuamente y en estado natural se desgastan solos, pero necesitan ser recortados cada cinco o seis semanas en los caballos herrados.

Antes del herraje es fundamental su limpieza diaria.

Si no mantenemos un buen estado de los cascos del caballo, éste empezará a tener una serie de dificultades físicas que pueden llegar a ser graves.

Partes de los cascos de los caballos

Antes de profundizar en el cuidado de los cascos, vamos a comentar cada una de sus partes.

El casco se divide principalmente en tres partes:

• Pared: parte exterior del casco que va desde la corona hacia abajo.
• Suela: zona inferior del casco, es la parte cóncava que protege el casco de las lesiones.
• Ranilla: su función es la de amortiguar y evitar el deslizamiento del casco, con un mecanismo que permite la contracción y extensión del casco al caminar.

Tanto la pared, como la suela del casco, están constituidas por queratina dura, mientras que la ranilla tiene un tipo de queratina más blanda, pero más elástica.

En la ilustración se observa que la suela está rodeada de una línea blanca y un borde basal de la pared, que es donde se ponen los clavos de la herradura.

¿Qué ocurre si no cuidamos los cascos del caballo?

Un casco en mal estado puede causar daños al caballo en numerosos aspectos. Tal vez no todos son a causa del casco, pero una dolencia directa provocará otra, y así, sucesivamente.

El mal estado de un casco puede producir diferentes problemas físicos en cadena.

La Dra. Lena Clifford, en un artículo publicado en Horse & People, nos lo explica claramente con un ejemplo:

1. Un caballo tiene problemas para apoyar su pata delantera derecha.
2. Para sentir menos molestias, instintivamente pasará su peso a la pata izquierda.
3. Su postura es forzada y sus hombros no estarán alineados.
4. Cuando sea ensillado, seguramente costará ajustarle la silla, que se inclinará hacia un lado.
5. Al caminar se notará esa inclinación. Sin embargo, eso no importa. Es más grave que el desgaste sea mayor en un pie que en otro y se produzca el llamado “síndrome de tacón alto y tacón bajo.” Este síndrome significa que por desgaste el caballo tendrá un casco más plano.
6. Esta distribución desigual del peso hace que la caja torácica esté torcida, con una presión que afectará a su columna vertebral. Tendrá problemas para respirar, afectando a su salud tanto muscular como del sistema nervioso.
7. Y, ya para finalizar, el sistema digestivo puede verse afectado por la presión de la caja torácica, llegando a tener problemas al comer y facilitando la posibilidad de cólicos.

Con esto creo que queda muy claro la importancia de la salud de los cascos.

¿Cómo detectar si el casco de mi caballo está sano?

Aunque lo mejor es tener herradores expertos que deben velar por la salud de los cascos de tu caballo, como propietario deberías saber detectar posibles anomalías para evitar problemas con las pezuñas de tu equino.

Por eso recomendamos observar las patas del caballo y comprobar que se cumplen determinados parámetros.

Un casco sano debe de:

• Tener una forma casi simétrica, con una pared exterior lisa, uniforme y cónica.
• Tener una suela cóncava desde la pared exterior hasta la unión del vértice de la ranilla y la suela.
• La línea blanca debe ser semi-opaca, de color azulado, con un ancho uniforme alrededor de la circunferencia de la pared y terminar dos tercios a lo largo de la ranilla.
• La suela de la pezuña debe conectarse a la línea blanca a la misma altura que la pared de la pezuña y las barras deben estar rectas y alineadas con la ranilla.
• La ranilla debe tener una forma de cuña o triángulo y la superficie del suelo terminar justo debajo (vista desde abajo) del nivel de los talones.

Qué hacer para mantener el buen estado de los cascos del caballo

Raspado diario

Lo más importante es mantener los cascos limpios. Hay que eliminar la suciedad desde el talón hasta la lumbre con un “limpiacascos”.

La ranilla es una de las partes más sensibles de los cascos. En sus surcos colaterales se suelen incrustar piedras o elementos punzantes que pueden hacer daño al caballo y además es donde se pueden desarrollar bacterias, siendo un foco constante de infecciones sino se limpia a menudo.

Limpieza del establo

Disponer de un lugar seco y limpio donde descansar es básico. El establo y el paddock deben estar lo más limpios posible, pues el amoniaco que resulta de la orina y las heces ataca a los cascos.

Las fisuras más pequeñas ofrecen un caldo de cultivo ideal para las bacterias y pueden provocar candidiasis.

Nutrición

Una alimentación variada y equilibrada contribuyen a mantener la pared córnea del casco en buen estado, aportando los elementos nutritivos necesarios.

Los nutrientes en el forraje no son suficientes para el correcto crecimiento de los cascos.

En la dieta de nuestro caballo debemos comprobar que su dieta sea de alta calidad y equilibrada, y que no le falten determinados nutrientes:

• Proteínas: tienen altos contenidos en azufre que favorecen el crecimiento y la fortaleza del casco.
• Vitamina A: su déficit podría producir inflamación del borde coronario del casco. Se puede corregir con un aporte extra de zanahorias o con suplementos.
• Vitamina B7 (biotina): influye en la elasticidad del casco, evitando grietas. Se genera en el intestino del equino, pero se pueden añadir suplementos nutricionales de esta vitamina.
• Minerales: cobre, zinc y manganeso. En caso de que sus alimentos no tengan suficientes minerales, se puede añadir a la dieta con un pienso especial.
• Calcio: favorece la integridad de la pared del casco de forma que no entren bacterias ni hongos.

Además, es importante que el caballo esté hidratado, especialmente en épocas de calor o cuando va a realizar ejercicios físicos.

Ejercicio físico

Otro aspecto importante es la actividad física del caballo.

Hacer ejercicio es muy importante para el desarrollo de un casco sano y de la articulación. Favorece la circulación sanguínea, esencial para el transporte de los nutrientes necesarios para mantener el casco sano, elástico y en óptimas condiciones.

Conclusiones

“Sin pie no hay caballo”. Esta sabia afirmación tan conocida, es el título del libro de los autores Gail Williams y Martin Deacon, donde nos detalla cómo un mal herraje puede provocar un problema en los aplomos de nuestros caballos.

Pero antes de que los herradores hagan su trabajo, el propietario debe mantener los cascos de su caballo en perfectas condiciones.

En este artículo hemos visto la importancia de mantener los cascos sanos y fuertes y la conexión entre este cuidado y el bienestar del caballo. Porque las patas del caballo son una de las claves para la salud y la solidez a largo plazo, y todos, tanto herradores como cuidadores, debemos tenerlo en cuenta.

También consideramos muy importante profundizar en el método que se tiene que usar para herrar adecuadamente un caballo. Existen diferentes teorías sobre si se debe o no herrar al caballo.

En un próximo artículo trataremos todo lo relacionado con el herraje del caballo.

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