Janine la “Globe-trotting Cowgirl” - Parte II

Autor: Virginia Imberti Fecha: 24/01/2020

Janine y sus experiencias en turismo ecuestre

En esta segunda parte, continuamos nuestra entrevista con Janine Whyte la Globe-trotting Cowgirl, quien nos revela sus experiencias en turismo ecuestre y explica su punto de vista que se fue formando durante estos años en base de las experiencias de su vida como jinete.

Desde su primer safari a caballo en Botswana en mayo de 2009, Janine ha viajado fuera de los caminos habituales y sobre el lomo de un caballo en más de 20 países disfrutando de muchas aventuras, como atravesar la poderosa cordillera de los Andes y cruzar el desierto más antiguo del mundo.

Acaba de regresar a Irlanda después de pasar un año en África trabajando en varios safaris a caballo a cambio de tener cama y comida. Actualmente está escribiendo un libro sobre sus experiencias.

¿Cuál fue el primer viaje ecuestre que realizaste?

Mi primer viaje ecuestre fue en mayo de 2009 cuando viajé al sur de Botswana, la región de Limpopo y participé en un gran safari a caballo para ver animales salvajes. No tenía idea de que tales oportunidades existieran. Siempre quise hacer un viaje de llevar ganado en el extenso y salvaje oeste de América, pero después de una búsqueda en profundidad en Internet se me abrió un mundo completamente nuevo, ¡había casi demasiadas opciones!

Aterrizar por primera vez en África es algo realmente asombroso, la inmensidad, la robustez, la crudeza, un sentido casi primigenio de pertenencia toma el control, una sensación de a pesar de haber dejado este continente hace muchos, muchos milenios, ahora regresé a casa. Bueno, no puedo hablar en nombre de todo el mundo, pero así es exactamente como me sentí cuando bajaba los escalones del avión en el Aeropuerto Internacional de Johannesburgo, eso y un poco de jet-lag mezclado con la adrenalina por empezar aquella aventura.

Nuestros días comenzaron con café o té que nos llevaban a nuestras tiendas de acampar a las 5:30 de la mañana, junto con agua caliente para lavarnos; el objetivo era estar montados a las 6:30 a.m. y terminar las cabalgatas a la hora del almuerzo para evitar el sol africano ardiente, disfrutar de un almuerzo y una siesta y llenar nuestras noches con safaris en camioneta, paseos por los alrededores o simplemente visitar un hermoso mirador para disfrutar de bebida refrescante mientras el día daba paso a la noche, antes de regresar al campamento para disfrutar de deliciosas comidas cocinadas sobre el fuego.

Cada día traía nuevas experiencias que me dejaban sin palabras, un asalto a los sentidos que dejó recuerdos increíbles que nunca me cansaré de revivir. Cabalgamos sobre distintos terrenos, de crestas de basalto y antiguos senderos de elefantes, las formaciones de arenisca de la muralla de Soloman donde antiguas civilizaciones albergaban sus riquezas entre las colinas donde se encuentran los ríos Limpopo y Matloutse, un denso matorral de mopane, llanuras abiertas salpicadas de árboles gigantes de Boabab.

El olor de la salvia salvaje y la hierba fresca colgaba en el aire mientras serpenteábamos a lo largo de nuestro camino. Recuerdo vívidamente la mágica vista de una veintena de jirafas masticando perezosamente entre los árboles, con sus largas pestañas y sus ojos semi cerrados y parecían tan indiferentes mientras nuestros caballos pasaban al lado.

Nunca olvidaré la sensación de adrenalina cuando por poco logramos evitar que un elefante macho nos atacara, estaba con sus orejas agitandolas en cólera y su trompa llenándonos de polvo cuando nos topamos con su manada en un espeso matorral de mopane, pero dos firmes y ruidosos movimientos con el látigo de Cor lo hicieron retroceder.

La pura sensación de libertad y euforia mientras disfrutamos de largos galopes en la arena con impalas, kudúes, cebras y avestruces corriendo al lado nuestro. Los nervios que atravesaron los cuerpos de nuestros caballos cuando encontramos un cachorro de león solitario cuya madre protectora seguramente nos observaba desde lejos.

La libertad de montar en un amplio espacio abierto rodeado de tanta belleza e intensidad me había hechizado, ¡pronto quedé muy adicta a las vacaciones ecuestres!

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Si tuvieras que invitar a alguien a una cabalgata, pero esta persona desconoce el turismo ecuestre ¿Qué le dirías para convencerlo?

Que será la mejor decisión que haya tomado y que va a cambiar su vida. He conocido a las personas más interesantes y he tenido las experiencias más increíbles en las vacaciones a caballo. Nunca he conocido a una persona que se hubiera arrepentido de ir de vacaciones ecuestres y cada jinete debe experimentar unas vacaciones a caballo al menos una vez en su vida.

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¿Cuáles son las características que más valoras en un caballo para que te sientas cómoda a la hora de realizar una ruta?

Mientras esté en la silla de montar, soy feliz. Creciendo sin un caballo propio, pero al lado de una escuela de equitación, me acostumbré mucho a montar en el caballo que me dieran y me acostumbré a montar una variedad de caballos diferentes con distintas características y personalidades. Siempre aprovecho al máximo el caballo que estoy montando, trato de entender por qué se están moviendo o comportándose de cierta manera y trato de encontrar las claves para desbloquear su potencial.

No creo que realmente haya caballos "malos", es cómo los tratas, cómo se acercan las personas y cómo los montas. Los caballos sienten nuestra energía, y si nos dicen algo sobre un caballo como es, esto influye en nuestro juicio y nuestra energía lo cual trasmitimos al caballo que a su vez responde directamente a eso.

Prefiero que no me digan cómo es un caballo, prefiero subirme y averiguarlo sola sin prejuicios. Si tuviera que elegir, opto por un caballo enérgico, me gustan los caballos que tienen una personalidad peculiar o son un poco complejos, caballos que no son fáciles, que requieren tiempo para entenderlos porque una vez que lo hagas, es mágico.

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¿Cuántas razas de caballo has tenido la posibilidad de conocer? ¿Qué podrías destacar de cada una de ellas?

¡Muchas! He montado Criollos, Cuartos de Milla, Lusitanos, Purasangres, ponis de Etiopía, Basutos, Peruanos de Paso, Standardbreds Americanos, Anglo-Arabes, Connemaras, Draughts irlandeses, caballos de Namibia y la lista sigue.

Tengo una sección en mi página web www.indiananeenersglobetrottingcowgirl.com, que se llama “Meet the horses” (conoce los caballos) donde puedes aprender todo sobre los caballos que he tenido el placer de montar en mis escapadas, también algo sobre las características de la raza y la historia. Todas las razas me parecen excepcionales.

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¿Cuál crees que son las ventajas de montar en caballos peruanos a la hora de realizar Rutas ecuestres?

En 2015 viajé a Perú para participar en un tour en el Valle Sagrado. Cuando decidí hacer la cabalgata en el Valle Sagrado en Perú, ya había montado en las majestuosas cordilleras de los Andes de Ecuador, Argentina y Chile. Sabía que el paisaje sería impresionante y cautivador, había sentido el frío gélido junto con el sol ardiente de las grandes altitudes y sabía que el terreno sería técnico y desafiante.

Lo había experimentado todo anteriormente y no estaba demasiado entusiasmada en pasar nuestras noches en un hotel lejos de los caballos, pero nunca había montado un Peruano de Paso y quería bailar el Paso Llano con el "Rolls Royce del mundo ecuestre".

Descendiente de los caballos de los conquistadores, el Peruano de Paso es de "sangre caliente" que posee la herencia real de las razas españolas puras. No se ha cruzado con otra sangre desde que desembarcó en las costas peruanas; en cambio fue criado selectivamente por su distintiva forma de amblar, el suave Paso Llano, ya que en aquel tiempo había necesidad de un andar fluido y cómodo sin esfuerzo, ya que no había otro modo de transporte que pudiera unir los valles, provincias y pueblos de la costa con las de las regiones montañosas en el interior.

El Peruano de Paso de hoy es el resultado de más de 400 años de cuidadosa selección, lo que lo convierte en el caballo perfecto para un placentero paseo y es uno de los mayores tesoros del país.

Monté un hermoso semental en ese viaje, Cruz de Jaime. Hasta el día de hoy sigue siendo uno de mis caballos más memorables. Cada segundo que pasaba en la silla con Cruz, lo adoraba. Le gustaba mostrarse, agrandarse y presumir cada mañana, pero una vez que estábamos en camino, era un sueño. Pasamos seis días de paseos de caminos extremos juntos, subiendo a altitudes de 4.350 m sobre el nivel del mar a lo largo de caminos rocosos a menudo inexistentes, disfrutamos de algunos gloriosos galopes en algún espacio abierto del altiplano y ¡él realmente disfrutó de mi atención, masajes y estiramientos y caricias!

En el día 3, estaba particularmente mal. ¡Sentí morirme después de toda una noche de vómitos y otras cosas! Consideré no montar, no podía ni retener una infusión de manzanilla, pero no quería perderme un día con Cruz. Los caballos son animales increíbles, saben exactamente cómo te sientes antes de que tú mismo lo hagas, están tan en sintonía con nuestra energía, a veces es casi aterrador.

Veo a la gente cabalgar a veces y puedo decir si está asustada, nerviosa, perezosa, agresiva, todo por cómo actúa el caballo debajo de ellos, es fascinante. El día que estuve enferma, Cruz se comportó como si yo fuera una niña pequeña que necesitaba protección... en lugar de producirse y andar enérgicamente, caminó con atención y cuidado... en lugar de acelerar, se movió lento y suavemente. Cruz sabía que estaba enferma y él estaba cuidando de mí, todos los demás en el viaje se dieron cuenta, era increíble.

Después de un descanso a mitad del viaje en Cusco, volví a la normalidad y así Cruz también una vez que se dio cuenta de que yo estaba bien de nuevo. Al final de nuestro viaje lloré diciéndole adiós, especialmente cuando él seguía mirándome, incluso traté de convencer a Eddie que me lo vendiera, contemplé robarlo, incluso me incubaba un pequeño plan en mi mente sobre cómo podría llevarlo de contrabando a Irlanda, pero al final cedí al darme cuenta de que tenía una vida maravillosa en el rancho y yo era una privilegiada con tantos recuerdos maravillosos.

Cruz tenía elegancia, estilo, resistencia, comodidad, belleza. Este semental era la encarnación viviente de lo que es un maravilloso Peruano de Paso. Cada jinete debe experimentar la alegría y comodidad de montar un Peruano de Paso.

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¿Conoces Argentina? En caso de ser así, ¿Qué fue lo más lindo que encontraste a la hora de montar en este país? En caso de no ser así: ¿Te gustaría conocerla?

Para mi segundo viaje a caballo, viajé a Argentina para cruzar los Andes a Chile a caballo. Nuestro punto de partida fue la Estancia Huechahue, enclavada en las estribaciones de la cordillera de los Andes, cerca de la frontera argentina-chilena de la provincia de Neuquén.

Los primeros días cabalgamos alrededor de la Estancia, principalmente sólo para acostumbrarnos a nuestras monturas, el estilo de manejar los caballos y el tipo de terreno que encontraríamos. Illumine fue mi compañera para la parte argentina de este viaje y ella valientemente me llevó a través de campos esparcidos de roca, mostró su gran poder y fuerza escalando montañas, cruzando a través de arroyos glaciares de agua cristalina y disfrutando un galope en los espacios abiertos de la Estancia, todo bajo el cielo celeste despejado. Me sentía como en una postal, la escena era perfecta en todos los sentidos.

Los siguientes cuatro días, cuando ya dejamos las amplias llanuras abiertas de la Patagonia argentina atrás y escalamos los salvajes y escarpados Andes argentinos con nuestros caballos de paso firme y seguro, las alforjas abultadas, la Madre Naturaleza nos desafía a cada paso.

Las montañas que atravesamos eran empinadas, subiendo casi verticalmente en algunas partes, los cuartos traseros de Illumine parecían un motor de alta potencia que devoraba cada paso con hambre. Los descensos eran tan angostos que en algunas partes era como si se hubiera tragado el suelo debajo de nosotros, un mal movimiento y te verías estrellar en el abismo.

Cabalgando pegado al costado de una montaña escarpada es donde entró en juego la confianza total entre el caballo y el jinete, una conexión que los fusiona en una sola entidad, moviéndose como un solo ser.

Después de tanta adrenalina al trepar las montañas, disfrutamos de tramos de galopes en la arena entre los majestuosos picos, vacas y llamas mirando con curiosidad, vagamos por bosques de pinos chilenos y cruzamos arroyos cristalinos, siempre acompañados por un clima cambiante ... El viento y la lluvia dieron paso al sol y la calma, el frío y la humedad dieron paso al calor y la sequedad; el pico monumental cubierto de nieve del Volcán Lanín siempre vigilándonos, siempre presente y parecía cada vez más grande como nos íbamos acercando.

Nuestras paradas para almorzar nos dieron tiempo para recuperarnos. Pedro siempre nos recibió con una sonrisa y un banquete para silenciar los dolores de hambre. Los ricos tonos aterciopelados del famoso vino tinto de Argentina nos adormecieron en una siesta tranquila bajo la cálida caricia del sol del mediodía y nuestros caballos comiendo felizmente cerca.

>Por la noche acampamos en la naturaleza salvaje, en tiendas de campaña al lado de lagos de montaña de agua cristalina o arroyos con cascadas, el agua helada era un shock para el cuerpo, ¡pero una bendición para los músculos doloridos! Vivimos una noche como verdaderos gauchos cuando llegamos a la granja con ovejas de Lorenzo, salvaje y remota sin acceso para vehículos, dormimos en nuestras pieles de oveja y cabalgamos con una caravana de caballos de carga. Pedro cocinó comidas deliciosas sobre el fuego, grandes trozos de carne y costillas argentinos para satisfacer nuestros estómagos gruñendo y alimentarnos para las aventuras del día siguiente.

>Una experiencia fascinante en un país hermoso.

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¿Te gustan los viajes ecuestres que brindan confort, o prefieres aquellos más aventureros, con camping?

Tengo que decir que mi preferencia es más para acampar y aventura que comodidad y lujo, ¡me quedo en el hotel de cinco millones de estrellas antes que en el hotel de cinco estrellas siempre! Muchos de los lugares en los que he cabalgado son muy remotos, a menudo los paisajes más bellos y serenos son los que son inaccesibles. Me gusta salir de mi tienda de acampar a un hermoso amanecer o dormir bajo una manta de estrellas, ningún nivel de lujo puede superar a la Madre Naturaleza para mí.

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¿Con qué palabras definirías tu vida hasta el momento?

Aventurera, afortunada, hermosa, fascinante … ¡perfecta!

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¿Tienes algún referente del mundo hípico (otro influencer, deportista)?

Hace poco leí un libro titulado "Horses Never Lie" (Los caballos nunca mienten) de un entrenador estadounidense llamado Mark Rashid y me cautivó. En su libro verbaliza exactamente mis procesos de pensamiento cuando se trata de trabajar y estar con caballos, dando ejemplo y no por la fuerza, siendo el tipo de líder de tu caballo que es confiable y seguro, el tipo de líder que tu caballo no sólo elegirá voluntariamente seguir, también buscar.

¡No pude parar de leer!

Es un libro que voy a leer una y otra vez y espero que con cada lectura me ayudará a ser mejor jinete, ¡siempre hay posibilidad de mejorar!

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¿Cómo te proyectas de acá a 5 años?

Dentro de cinco años, espero haber publicado mi libro, poder renunciar al trabajo y espero involucrarme más en el Turismo Ecuestre. Mi sueño es tener un safari a caballo propio, poder compartir mi amor por los caballos, viajar y aventurarme junto a otros en mis senderos... ¡es un proyecto en progreso!

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/ Fuentes de fotos: www.indiananeenersglobetrottingcowgirl.com /

Janine es una persona encantadora, hablar con ella siempre representa la promesa de que habrá predisposición a ayudar de su parte. Resulta llamativo el vínculo estrecho que mantiene con los caballos y su visión profunda de la vida, en la que disfruta de las cosas simples.

En esta entrevista, Janine nos dio más de una razón para comenzar a planear un viaje ecuestre y conectar con las actividades y cosas que nos llenan el alma de la verdad.

¡Gracias Janine por tus reflexiones!

Esperamos que la entrevista resulte tan interesante para nuestros lectores como para nosotros. Si estás curioso y quieres saber más sobre sus viajes y seguir sus aventuras ecuestres, entonces lee su blog, o síguela en Facebook, o puedes ver más fotos en Instagram.

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