QUE HACER CON TU CABALLO EN INVIERNO

Autor: Nestor Imberti Fecha: 22/08/2024

Una guía práctica para mantenerlo sano y en forma

Durante la temporada invernal es importante prestar atención a algunas cuestiones, para asegurar que tu caballo esté saludable y cuidado.

Para lograrlo deberás:

  • Cuidar el pelo y su aseo
  • Regular su alimentación
  • Comprobar su condición corporal
  • Mantener un programa de ejercicio

La cuestión del pelo y su aseo

Ante las bajas temperaturas del invierno los caballos se protegen mediante el crecimiento del pelo que conforma su capa y, por ende, acicalarlos o limpiarlos cuesta más trabajo.

Siguiendo las indicaciones prácticas que te daré a continuación, estas tareas de acicalamiento te resultarán más fáciles de llevar a cabo y podrás realizarlas en menos tiempo.

Tu amigo el peine de curry

Efectivamente, es el mejor amigo para el invierno (y para el resto del año también).

Con un cepillo normal de cerda no tienes ninguna posibilidad de sacar el barro y la suciedad acumulada, que estarán mezclados con una gruesa capa de pelo.

Por ello, lo primero que debes hacer es pasar el cepillo Curry en círculos por todo el cuerpo del caballo, incluidas sus extremidades.

De esta manera lograrás romper los nudos de suciedad acumulada y entremezclada con los pelos largos del caballo.

Una vez que lo logres, entonces podrás usar un cepillo normal de cerda para deshacerte de toda esa suciedad que afloró con el peine curry.

Usa el peine curry para romper la suciedad y el barro, para quitarlo luego con un cepillo de cerdas normal

Quita las marcas de silla de montar

Aún en invierno, cuando tu caballo hace ejercicio o trabaja, transpira y la silla de montar deja marcas en su lomo.

Por ello si siempre que usas tu caballo, deberías darle una ducha.

Cuando el clima es demasiado frio como para mojarlo, puedes recurrir a este recurso practico: En una botella, preferentemente que tenga rociador, debes colocar alcohol isopropílico, es decir el alcohol etílico que consigues en la farmacia, y con esto rocías las marcas de sudor secas de la silla de montar.

Luego de humedecer las marcas con esta preparación, procederás a frotar el área marcada y limpiarla.

Cuando seque, habrán desaparecido las marcas de la silla de montar. También es posible mezclar el propílico con aceite de rosa mosqueta para hacer la mezcla más lustrosa o lujosa.

Mantén su pelaje ordenado

En el mundo animal todo sucede por una razón práctica y el caballo no es la excepción.

Su pelaje se vuelve esponjoso en invierno y esto obedece a su propia evolución, como un recurso para enfrentar las bajas temperaturas.

La capa de pelo de invierno regula la temperatura de tu caballo en el frio más extremo, manteniendo el calor que genera la digestión.

Aunque no deberías quitar esa capa protectora, si puedes cortar el pelo en la zona de las cuartillas, para evitar que se enrede o se apelmace.

Cuanto más limpio y brillante, mejor

Para que la suciedad y el barro no se acumulen en el pelo de tu caballo, es una buena idea rociarlo rutinariamente con algún producto de aseo que tenga silicona.

Esta dejará al cabello resbaladizo haciendo que la suciedad se deslice de manera rápida en vez de pegarse al pelo.

¡Pero cuidado! Evita rociar el área donde colocas la silla de montar, para evitar inestabilidad

El truco de la bolsa

Los pelos de la cola del caballo suelen ensuciarse mucho, especialmente en invierno.

Si, por alguna razón, no puedes lavarlos con champú ni acondicionarlos durante un período largo de tiempo, entonces te aconsejo trenzar la cola y atarla dentro una bolsa de protección.

También puedes aplicarle un poco de spray de aseo, que además de ayudar a que la suciedad no se acumule, evitará que el pelo se enrede al quitar la bolsa que protege la cola

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La cuestión de la alimentación

La rutina de cuidado de su caballo no cambiara sustancialmente en el invierno en lo que respecta a medicamentos, cuidado de cascos y controles veterinarios de rutina.
Sin embargo, compartiré contigo algunas recomendaciones especiales sobre alimentación y otros tópicos de invierno, para mantener a tu caballo saludable y disminuir las posibilidades de presentar cólicos.
Por empezar, debes atender sus necesidades básicas: tu caballo debe disponer de suficiente agua, forraje y suplementos, si fueran necesarios, además de mantener la práctica de ejercicios.
Además, aprenderás a aplicar la escalade condición corporal de Henneke, que te permitirá controlar el estado de tu caballo, para tomar medidas inmediatas en caso de pérdida de peso.

Pero empecemos por lo básico:

Ingesta de agua

Es fundamental que tu caballo tenga una ingesta abundante de agua limpia. ¿Por qué? Pues si no tiene agua suficiente no podrá digerir bien sus alimentos, y esto puede conducir a que la probabilidad de cólicos aumente. Como probablemente sabes, los cólicos, provienen de una obstrucción intestinal que, de no ser atendida adecuadamente, suele resultar mortal.
Ahora bien, ¿cuál es la cantidad de agua que debe beber tu caballo?
En invierno el forraje y el grano tienen menos contenido de humedad (10 a 15%), comparados con el forraje fresco de verano, que puede tener hasta un 80% de humedad.
Por esta razón, en la temporada de frío, una cantidad suficiente de agua debería estar en el orden de los 52 a 55 litros diarios.
En invierno es frecuente encontrar que el agua de los bebederos se ha congelado. Para controla la congelación, puedes ayudarte con un calentador de agua o una cuba de agua caliente. Además, es recomendable utilizar baldes de goma, en vez de plástico, sobre todo a la hora de sacar agua congelada sin romperlos.
La temperatura del agua puede impulsar a tu caballo a beber o provocarle rechazo, por lo que es importante controlarla, para mantener su hidratación. Idealmente el agua de su bebedero debe estar entre 7 y 15 grados Celsius. Y más allá de ofrecer las condiciones ideales, debes observar que el caballo beba. Si notas que le hace falta más estimulo, puedes agregar agua tibia para mojar el alimento, cubos de heno y grano haciendo una papilla.
En el caso de que sospeches que tu caballo puede estar deshidratado, estos son algunos de los síntomas que puedes controlar:

  • Encías y dientes secos
  • Tránsito intestinal lento
  • Materia fecal seca y dura.

Para realizar la prueba de las encías, solo presiona con tu pulgar la encía del caballo hasta que se ponga blanca, cuando esto ocurra, suelta la presión y toma el tiempo que tarda en retomar su color rosado.

Si pasan más de 2 segundos para que esto ocurra, es un signo de deshidratación.

Hablemos de forraje

Como te contaba, los caballos han evolucionado para soportar el frio sin ningún tipo de protección más que su propio pelaje, pues ellos se calientan a través de la digestión, en el intestino posterior, del heno o pasto que consumen.

Entonces, lo mejor para calentar a tu caballo en invierno, es suministrarle un buen forraje. Además, es la mejor manera de protegerlo contra los cólicos y las ulceras asociadas a la alimentación incorrecta con granos.

Por esta razón, es importante que cualquier intervención en los dientes de tu caballo se haga antes del invierno, De esta manera, aprovechará al máximo el beneficio que pueda obtener del forraje.

Suplementos alimentarios, ¿sí o no?

Seguramente en algún momento, los folletos comerciales o la publicidad te han tentado a agregar suplementos nutricionales a la alimentación de tu caballo.

Sabemos que los caballos suelen perder peso rápidamente, si no son alimentados adecuadamente, en especial en el invierno y los suplementos pueden ser muy útiles, siempre que estén correctamente administrados.

Pero si dudas de la calidad nutricional del forraje que consume tu caballo, primero deberías enviar a analizar una muestra, para saber si está cumpliendo con todas las necesidades nutricionales.

Un buen heno debe aportar las proteínas adecuadas, fibras y, al digerirse, producirá el calor que tu caballo necesita en invierno, pero en el caso de que el análisis indique la falta de algún nutriente, el veterinario podrá recomendarte los suplementos que tu caballo necesite.

Pero cuida que el recipiente o red que usas para dar el forraje tenga aberturas mínimas.

De esta manera estimulas al caballo a comer raciones más pequeñas a lo largo del día, que es como el caballo se alimentaria en la naturaleza.

Cuando hace mucho frio el caballo mal alimentado empieza a quemar la grasa corporal que pueda tener acumulada.

Si la ingesta o ración continúa siendo inadecuada, comienza a quemar proteínas de su masa muscular.

Si el caballo pese a darle suficiente ración aun pierde peso, entonces aumente la ración, pero con un heno que contenga la mayor cantidad de proteínas posible, pues esto es lo que da calor al digerir.

Importante: Los granos aportan poco calor y la grasa aporta caloría, pero no da calor.

Además, asegúrate de tener una buena cantidad de sal disponible, tanto en el establo como en corrales al aire libre, porque este alimento es esencial para el caballo durante todo el año.

Por último, si el caballo después de aplicar todo esto que hemos explicado, continúa perdiendo peso, consulte al veterinario.

Es importante estar muy atento a la pérdida de peso del caballo en invierno, por lo que conocer los indicadores que definen su condición corporal es muy importante.

Cómo determinar la condición corporal de tu caballo

Usaremos para esta determinación el sistema de puntuación elaborado por Henneke en 1979, valido para utilizarlo por cualquier persona y para cualquier raza de caballos.

Esta escala establece una puntuación para cada estado o condición del caballo.

Para usar este sistema de puntuación, debes examinar los siguientes puntos:

  • Cuello
  • Cruz
  • Hombros
  • Costillas
  • Lomo
  • Cola

En base a las características de cada una de esas áreas del cuerpo de tu caballo, podrás ubicarlo dentro de esta escala.

Número Condición Descripción
1 Caquéctico Costillas, raíz de la cola, tuberosidad coxal e isquiática muy prominentes, estructuras óseas, cruz, hombro, cuello demasiado notable, se palpan tejidos sin grasa.
2 Muy delgado La base de las vértebras y apófisis transversas y lumbares se palpan redondeadas, costillas, raíz de la cola, tuberosidad coxal e isquiática prominentes, cruz, hombros muy distinguibles.
3 Delgado Grasa entre las protuberancias de las vértebras; las apófisis transversas no se palpan, tiene cobertura de grasa sobre las costillas; la tuberosidad isquiática no se distingue; la cruz, los hombros y el cuello acentuado.
4 Moderadamente delgado Costillas débilmente distinguibles, raíz de la cola prominente. La tuberosidad coxal no es distinguible, cruz, hombro y cuello no están descarnados.
5 Moderado Lomo aplanado, las costillas no se distinguen pero se palpan, puede notarse grasa alrededor de la cola principalmente, la cruz aparece redondeada, el hombro y el cuello están fusionados uniformemente.
6 Moderadamente gordo Grasa sobre las costillas, grasa blanda alrededor de la raíz de la cola; depósito de grasa principalmente a los lados de la cruz, detrás de los hombros y a lo largo del cuello.
7 Gordo Puede haber pliegues en el lomo; las costillas se pueden palpar individualmente pero se nota que entre ellas hay acumulo de grasa, hay grasa alrededor de la raíz de la cola; se encuentran depósitos de grasa a lo largo de la cruz, hombros y cuello.
8 Obeso Arrugas bajo el lomo, dificultad para palpar las costillas, grasa muy blanda alrededor de la raíz de la cola, el área alrededor de la cruz está llena de grasa, también detrás del hombro; hay notable engrosamiento del cuello, grasa depositada a lo largo de la cara interna del muslo.
9 Muy obeso Arrugas bajo el lomo, aparecen parches de grasa sobre las costillas, prominencia alrededor de la raíz de la cola, a lo largo de la cruz, detrás del lomo, y a lo largo del cuello, grasa a lo largo de la cara interna de los muslos que pueden friccionarse continuamente, flancos llenos de grasa.

En general y salvo alguna necesidad especifica o requerimiento veterinario, las puntuaciones puntuaciones de 5 y 6 son las ideales.

Una definición rápida de la condición corporal indica que deberías mantener a tu caballo en un punto en el que puedas sentir las divisiones entre sus costillas pero no puedas verlas.

La cuestión de los ejercicios

Por último, aunque no menos importante, en invierno es imprescindible que hagas que tu caballo trabaje.

La razón de esto es que el ejercicio en invierno ayuda a disminuir el riesgo de sufrir cólicos.

Si crías a tu o tus caballos a campo abierto, que es la forma ideal, no hay problema, solo necesitas proveerle un lugar de refugio y él se moverá libremente.

Pero si tu caballo vive en un establo, es muy importante que se mueva, aunque sea haciéndolo caminar a la mano o montándolo.

Si en tu zona el suelo se congela, haciendo que se corra peligro de que el caballo se resbale, o si hay nieve en el suelo, puedes utilizar botas para cascos de caballo, que permiten un mejor agarre y posibilitan mantener la actividad.

En resumen

Un caballo que recibe los nutrientes, el agua y el ejercicio adecuado, soportará la temporada de frío sin mayores inconvenientes.

Pero de todas maneras debes estar atento a su comportamiento, prestando especial atención a los escalofríos.

Si tu caballo está sano y bien alimentado, no utilices mantas en invierno, ya que impiden el desarrollo natural de su abrigo de pelos.

Pero, si tu caballo está temblando es porque tiene mucho frio, y esto no debería pasar.

En estos casos llevarlo a un refugio, para protegerlo de la lluvia, nieve o viento, tápalo con una manta y llame pronto a un veterinario.

En caso de caballos muy viejos o enfermos, con dificultades digestivas para recuperar peso, también se recomienda el uso de una manta.

Pero, si la utilizas, toma la precaución de sacarla todas las mañanas para acicalar al caballo y cepillar la manta, antes de volverla a colocar.

Y recuerda siempre que lo mejor es aumentar el forraje para que el caballo se caliente solo sin necesidad de la manta.

Con estos consejos tu caballo podrá pasar un buen invierno y encontrarse saludable y en buen estado para la llegada de las temperaturas más agradables.


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