Gobi Gallop: Prueba de resistencia ecuestre en Mongolia

Autor: Gyöngyi Molnár Fecha: 10/08/2021

Te invitamos a leer la asombrosa historia de Julie Veloo, una jinete experta en viajes a caballo de larga distancia (Long Rider) que comenzó a montar a caballo a los 50 años.

Julie lleva montando unos 10 años y ha recorrido más de 35.000 km en Mongolia, pasando a formar parte del exclusivo Long Riders' Guild.

Es la creadora de la Gobi Gallop, una prueba de resistencia ecuestre que desafía a los jinetes a viajar a caballo 700 km por Mongolia, en 10 días. Este viaje de resistencia a caballo se ha realizado cada año desde 2013 y es considerado el más largo del mundo.

Es una carrera de resistencia benéfica. Recauda fondos para la alimentación, cuidado y educación de cientos de niños mongoles desfavorecidos y sus familias.

Todo el trabajo de Julie en Mongolia se realiza de forma voluntaria. El dinero recaudado con este evento y otras actividades benéficas que Julie organiza y gestiona queda en Mongolia para beneficiar a los niños, así como a los pastores locales, las pequeñas empresas y los artesanos.

Y ahora, vamos a descubrir más sobre Julie Veloo y sus actividades…

La vida de Julie Veloo en Mongolia

Julie, tienes origen canadiense, pero vives en Mongolia. Cuéntanos cuando te trasladaste a Mongolia y las razones por las que decidiste este lugar.

Me mudé a Mongolia en 2010 con mi esposo por su trabajo. Él estaba en el sector de la minería y, debido a su trabajo, tuvimos que viajar por todo el mundo. Habíamos vivido y trabajado en distintos lugares de Canadá, Australia, Indonesia y los EE.UU. antes de mudarnos a Mongolia.

Nos mudamos a Ulán Bator, la capital, a pesar de que él trabajaba en una mina en el sur de Gobi, a 700 km de distancia. Enseguida conseguimos un ger (también llamado yurta) en el campo para poder alejarnos de la ciudad los fines de semana. Fue allí donde me enamoré del pueblo mongol, de su historia, su cultura y, por supuesto, de sus caballos.

El primer Gobi Gallop se llevó a cabo con unos lugareños expatriados que vivían en Ulán Bator. Cabalgamos desde nuestro ger en el campo hasta Oyu Tolgoi, el lugar donde trabajaba mi marido, en el sur de Gobi.

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Supongo que allí no todo el mundo habla inglés... Entonces, ¿cómo te comunicas con los lugareños mongoles?

Aprendí mongol enseguida. De hecho, mi profesora de mongol, Saraa, también es parte del equipo de propietarios de Horse Trek Mongolia. Fue en su tierra y la de su esposo, Baagii, donde instalamos nuestro ger por primera vez.

Como prácticamente nadie en el vertedero municipal o en el campo habla inglés, tenía que hablar en mongol todo el tiempo y así lo aprendí rapidísimo.

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¿Cuáles son tus principales actividades allí?

Tenemos un campamento de verano para 300 jóvenes de 6 a 16 años, un centro de costura que capacita a mujeres de la comunidad cercana al vertedero, una nueva biblioteca comunitaria, y una serie de iniciativas laborales y de otra índole de alcance comunitario.

Todas estas iniciativas están pensadas para evitar que las futuras generaciones tengan que seguir viviendo de la basura.

Ayudo a través de Horse Trek Mongolia organizando rutas benéficas en las que participan personas de todo el mundo.

En algunas de nuestras rutas visitamos a los conocidos cazadores con águilas o a los llamados “Hombres Reno”. Viajamos hasta el norte del Parque Nacional de Gorkhi-Terelj y a sitios que son patrimonio de la humanidad, como la región de los 8 Lagos y la cascada Orkhon. Finalmente, tenemos una ruta cultural en la que descubrimos la historia y la cultura de Mongolia.

Horse Trek Mongolia dona el 20% del precio de estas rutas para obras de beneficencia para los niños de Mongolia, incluidas las de la Fundación Veloo.

Además de las rutas "habituales", organizo el Gobi Gallop cada año, en el que participan entre 10 y 20 personas. En esta aventura ecuestre, recorremos 700 km en 10 días con el objetivo de recaudar dinero para ayudar a los niños de los proyectos de la Fundación Veloo.

Cada jinete paga la tarifa del viaje, unos 3.750 USD, y luego le pedimos que haga un aporte económico similar para la obra de caridad. Como la Fundación Veloo está registrada como una organización sin fines de lucro en los Estados Unidos y en Canadá, a las personas que vienen de esos países les podemos dar comprobantes fiscales por sus donaciones, lo cual representa un incentivo más a la hora de convocar participantes.

Como directora de la oficina en Mongolia de la Fundación Veloo, superviso el trabajo que realizan otras 6 personas. Ellos se encargan de los eventos para recaudar fondos, de coordinar a los voluntarios, del patrocinio corporativo y de transmitir nuestro mensaje al resto del mundo para que podamos darle mucha más visibilidad al problema de la gente que depende de la basura para sobrevivir todo el año, aquí en la capital más fría del planeta.

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Montar a caballo en Mongolia

Empezaste a montar a caballo a los 50 años, en Mongolia. Por favor, explícanos cómo viviste esta experiencia.

Me interesaba mucho la cultura y, después de haber vivido un tiempo en el campo, me di cuenta de que, si quería entender lo que significa Mongolia, tendría que aprender a montar a caballo... al menos un poco.

Los caballos siempre me habían dado un poco de miedo, pero cuando veía cómo los pequeños de cuatro y cinco años de edad pasaban por delante de mi ger a caballo, a toda velocidad, me entraron ganas de intentarlo.

Cuando me subí por primera vez a un caballo, me gustó mucho y poco a poco fui perdiendo el miedo. Allí comprendí cómo la humanidad y la civilización se habían desarrollado gracias al caballo. Me di cuenta de la importancia que tiene este animal.

Aprender a montar en el corazón de la cultura ecuestre más antigua del planeta me hizo valorar aún más esa experiencia y cuando hice mi primera travesía corta me terminé de enganchar.

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¿Qué recomendarías a las personas que empiezan a montar a caballo a esta edad?

Leí en Internet un post que decía: "Si quieres aprender a montar, entonces prepárate para caerte, porque te pasará."

Una noche, mientras dudaba si debía comenzar o no, estuve dándole vueltas a esa frase durante casi 2 horas. Al final, me dije que valía la pena correr el riesgo.

De hecho, me caí varias veces, pero nada grave, por suerte. Creo que cuando uno se anima a correr estos riesgos a los 50 años, se siente más empoderado en otras áreas de la vida. Estoy segura de que cuando me jubile seguiré disfrutando de esta afición o, más bien diría, pasión.

Las personas que aprenden a montar a los 50 años no se imaginan lo enriquecedora que puede llegar a ser esa experiencia, esa libertad que te da el hecho de lograr algo nuevo. Y además poder disfrutar del contacto con los caballos y con la naturaleza.

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¿Qué razas de caballos has montado en Mongolia? ¿Qué características tienen?

Los caballos mongoles son animales criados en el campo. Son los mismos caballos que surgieron hace miles de años en las llanuras de Asia Central y que le permitieron a Gengis Kan dominar al mundo.

Son pequeños (en su mayoría miden 14.1 o 14.2), de lomo recto, piernas robustas y con el coraje, la resistencia y el espíritu de los campeones.

Son caballos extraordinarios que pueden recorrer con total facilidad distancias de 75 km diarios, día tras día... siempre y cuando cuenten con un buen entrenamiento. Pueden desplazarse por estos terrenos a toda velocidad y sin estar herrados.

Viven en manadas naturales y, por eso, están perfectamente adaptados no solo al entorno, sino también a las dificultades que tienen que enfrentar en esta región.

Tenemos la suerte de contar con gente de campo entre nuestros guías y en el grupo de propietarios de Horse Trek Mongolia. Llevan toda la vida montando y entrenando caballos. Hacen un excelente trabajo para garantizar no solo que nuestros caballos estén bien entrenados y cuidados, sino que además cuentan con una gran preparación para guiar a nuestros clientes a lo largo de 700 km en solo 10 días durante el Gobi Gallop.

Porque el entrenamiento de nuestros caballos se basa en métodos mongoles tradicionales que les permiten trabajar la resistencia. Los alimentamos bien y los montamos durante todo el invierno.

¡Por algo se encuentran entre los mejores caballos de todo el país!

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La Fundación Veloo

¿Cuándo nació la Fundación Veloo? ¿Cuál es su misión?

La Fundación Veloo se creó en 2007 en Salt Lake City. Nuestra misión es ayudar a niños huérfanos y a otros niños igualmente desfavorecidos en aquellos países en desarrollo a través de una serie de iniciativas educativas, sanitarias y laborales de alcance comunitario.

Nuestro proyecto más grande hasta la fecha es el proyecto “Children of the Peak Sanctuary” en Ulán Bator, en Mongolia, que se ocupa de aquellos niños mongoles más necesitados.

Comprende dos jardines de infancia, un centro de costura, un campamento de verano y una biblioteca comunitaria, así como también una serie de iniciativas laborales y de interés para la comunidad.

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¿De dónde viene tu inspiración para llevar a cabo estos proyectos de la fundación?

Lo que me impulsa es ver las sonrisas en los rostros de los niños y comprobar por mí misma el gran cambio que se produce en la vida de esos niños y sus familias gracias a la educación.

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El Gobi Gallop

Organizar y llevar a cabo un desafío ecuestre como Gobi Gallop no debe ser fácil. ¿Nos puedes explicar las condiciones necesarias y su día a día?

Cada año, entrevistamos a aquellas personas que nos envían su solicitud y después seleccionamos hasta 20 jinetes para hacer el Gobi Gallop.

Los jinetes deben pagar la tarifa del viaje (actualmente son 3.750 USD) y luego deben realizar una donación mínima de 3.500 USD.

La ruta cambia cada año y hasta ahora hemos recorrido las provincias de Gobi, Omno Gov, Dond Gov, Hintee, Arkhangai y Overhangai. También hemos explorado otras rutas por las provincias de Zavkhan, Khovsgul y Bulgan.

En el Gobi Gallop, recorremos al menos 700 km a caballo en 10 días. El primer y el último día hacemos media jornada y tenemos programado un día de descanso por si surge algún imprevisto, algo que es bastante común en Mongolia.

Llevamos dos caballos por jinete y por lo tanto el Gobi Gallop no sólo es el recorrido anual más largo del mundo, en el que medimos nuestra resistencia y realizamos una obra benéfica, sino que también es un viaje que pone de manifiesto la increíble resistencia que tiene el caballo mongol.

En este viaje nos acompaña un médico que viene en uno de nuestros vehículos de apoyo. En ese vehículo transportamos lo que vamos a necesitar en el día, las provisiones para las distintas paradas, ropa de abrigo extra, etc. y por lo general viaja a un par de kilómetros de los jinetes. Nos comunicamos con el conductor a través de walkie talkie o teléfono satelital.

Además de este vehículo también contamos con un autobús que lleva el resto del equipo, la comida, los cocineros y ayudantes del campamento y el equipaje de todos. Nos encontramos con el autobús a la hora del almuerzo y al final del día, cuando ya llevamos recorridos unos 70 km. Te puedo asegurar que verlo aparecer por el campamento, con su color amarillo brillando a lo lejos, ¡es lo mejor que nos puede pasar!

Cuando los jinetes llegan al campamento, ya tienen todo listo: las tiendas de campaña montadas, el equipaje en su tienda, la comida y la bebida servidas en la mesa. Solo tienen que elegir una silla y prepararse para disfrutar de una noche de charlas y camaradería. Generalmente, nos vamos a dormir sobre las 10 y nos despertamos sobre las 5, para luego salir a las 6, más o menos.

Cada día montamos a caballo unas 8 horas, aunque a menudo llegan a ser 10. Incluso algunas veces tardamos 14 horas, cuando la ruta exige una marcha lenta. Se hacen descansos cada dos horas. Así, empezamos con 2 horas de recorrido, luego un descanso de unos 15-20 minutos y otras 2 horas de cabalgata antes del almuerzo. El almuerzo nos suele llevar entre 1 y 3 horas. Ya por la tarde hay otras tandas de 2 horas hasta llegar al campamento.

Si bien esta ruta se llama Gobi Gallop, trotamos mucho más de lo que galopamos, aunque casi cada día se presenta la oportunidad de galopar unas dos horitas, si las condiciones del terreno lo permiten.

Este viaje es absolutamente inolvidable porque, además de explorar la belleza salvaje e infinita de Mongolia, estamos ayudando a los niños.

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¿El Gobi Gallop tiene un itinerario fijo o cambia cada año? ¿Cómo se decide el plan de viaje o la ruta?

La ruta cambia cada año. Por lo general, Saraa, Baagii y yo nos sentamos y charlamos sobre dónde nos conviene ir al año siguiente en función de los lugares que no hemos visitado y las predicciones meteorológicas. A veces ya planificamos para los 2 próximos años.

También decidimos en qué época del año se hará. Por lo general, se lleva a cabo en junio, pero a veces nos surgen otros viajes importantes (¡o el Covid!) y tenemos que posponer la travesía hasta el otoño, lo que significa que hay que modificar el itinerario.

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¿Quiénes son las personas que participan en el viaje? ¿De dónde vienen?

Han venido personas de todo el mundo y de todas las edades. Haciendo un promedio, los participantes tienen entre 40 y 60 años, espíritu de aventura y muchas ganas de colaborar con los niños.

Nuestro participante más mayor ha sido un hombre de 69 años de Canadá, Chad Deetken, y el más joven, una chica de 18 años también de Canadá.

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¿Qué pasó en 2020 con la prueba de resistencia Gobi Gallop?

En 2020, tuvimos que cancelar el Gobi Gallop que ya estaba programado debido a las restricciones por el Covid, pero dado que estaba en Mongolia, decidí hacer este desafío sola.

Lo bauticé con el nombre de Gobi Gallop Solo Challenge.

Quería comprobar cuánto tiempo necesitaría para recorrer los 700 km yo sola. Y el resultado fue que lo hice en 8 días.

Fue un esfuerzo que valió la pena. Aunque el clima resultó ser más duro de lo que esperaba. ¡Hacía mucho frío y mucho VIENTO! Me las arreglé para levantarme todos los días y subirme al caballo para recorrer kilómetros y kilómetros.

El tramo más largo fue de 110 km. Ese día tardamos 4 horas y llegamos en plena oscuridad, sobre las 10:30 de la noche. Era una noche sin luna y la oscuridad era tal que, para poder verme las manos, tenía que levantarlas y mirarlas con ese fabuloso cielo estrellado de fondo.

Realmente ha sido el viaje más mágico que he hecho. Tuve que dejar que el caballo se encargara de TODO y rogar que pudiera ver el camino en la oscuridad.

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¿Qué perspectivas hay para 2021? ¿Se organiza el Gobi Gallop este año?

Sí, lo tenemos programado para las 2 últimas semanas de septiembre.

En estos momentos Mongolia se está abriendo de nuevo y la campaña de vacunación está en marcha. Si bien el número de casos sigue siendo muy alto, la mayoría de los nuevos infectados tienen entre 16 y 20 años de edad y las vacunas para ellos se comenzarán a aplicar pronto.

Estaremos encantados de recibir a los que puedan venir este año. Ya contamos con 4 participantes así que los que quieran sumarse a esta aventura, todavía están a tiempo.

El resto de los participantes han decidido posponer su viaje hasta 2022. El año próximo el Gobi Gallop se hará en septiembre ya que el equipo de Horse Trek Mongolia estará ocupado de mayo a agosto con otra ruta, la Expedición Blue Wolf Totem.

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Aunque en la portada de la película sobre el Gabi Gallop pone “Longest annual charity horseback ride on the planet" (La cabalgata benéfica anual más larga del planeta), pronto otra cabalgata la superará.

Julie está organizando otro evento ecuestre para el 2022: el Blue Wolf Totem Charity Expedition, una nueva ruta a caballo de larga duración y con carácter benéfico, más desafiante que la anterior.

El artículo sobre este evento se publicará pronto.

Agradecimiento a Julie Veloo

Gracias Julie por toda la información sobre el Gobi Gallop y por compartir el enlace del documental con nosotros.

Con esta entrevista has podido descubrir cómo unir el amor por los caballos y la naturaleza con la sensibilidad social ayudando a los más necesitados.

Tienes más información en las webs de la Fundación Veloo y http://www.horsetrekmongolia.com/.

/ Fotos: Veloo Fundation y Horse Trek Mongolia /

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