Montar a Caballo

¿Qué es Montar a Caballo y qué significa?

Montar a caballo es una actividad muy gratificante y accesible a todos, que nos brinda la posibilidad, en nuestras vacaciones a caballo, de desconectarnos del mundo, recorriendo caminos y conociendo paisajes.

También nos permite practicar el deporte hípico, como el salto, el dressage o doma clásica, concurso completo y polo.

Cabalgar ha sido una forma de transporte milenaria y hace referencia a la manera en que el hombre se desenvuelve sobre el lomo de un caballo.

¿Qué es el Turismo Ecuestre?

El Turismo Ecuestre es una actividad que combina la afición de montar a caballo con el interés de conocer diferentes regiones, provincias y países, permitiéndonos conocer otras culturas, otras personas y otra gastronomía.

¿Es difícil montar a caballo?

La práctica de montar a caballo se conoce con el nombre de equitación y es relativamente simple iniciarse en ella, al menos como para poder dar paseos por el campo. Luego, si nos atrae, probablemente sentiremos la necesidad de aprender más sobre cómo montar mejor y profundizaremos en el conocimiento sobre nuestro amigo: el caballo.

El grado de perfeccionamiento dependerá de cada uno, dependiendo de hasta dónde queramos llegar, ya sea como actividad deportiva o en la habilidad de cabalgar a campo traviesa, sorteando todo tipo de terreno y de obstáculos.

Diferentes maneras de montar a caballo

El jinete puede dirigir al caballo de distintas formas, con señales llamadas ayudas.

Los animales que están bien domados y entrenados reaccionan a ayudas sutiles que apenas son percibidas por otras personas. Un ejemplo era el caballo llamado “Juan el Inteligente” que supuestamente sabía de matemáticas, cuando en realidad percibía a través de la voz y el lenguaje corporal de su dueño cuántas veces tenía que arrastrar su casco sobre la tierra para así dar el resultado de la suma o resta.

Las diferentes maneras de cabalgar y dirigir a un animal dependen del equipamiento y los accesorios necesarios, así como de las ayudas que se trasmiten al equino, todo acorde a los principios de cuidar al animal para que tenga buena salud y una vida útil de aproximadamente 20 años.

Los caballos tienen tres aires de marcha: el paso, el trote y el galope.

En el trote y el galope hay un momento de suspensión en el aire y el caballo no toca el suelo con ninguna de sus patas. Algunas razas además tienen otros aires, como por ejemplo el paso llano, el tölt, entre otros, que son aires muy cómodos para el jinete y le permiten recorrer largas distancias sin cansarse.

Debemos decir que todas estas marchas necesitan que el jinete les dé las ayudas o señales al caballo correspondientes a cada una de ellas, de manera clara, para evitar confusiones en la marcha del animal.

Equipamiento y accesorios para montar a caballo

Existen diferentes tipos de monturas o sillas de montar, las cuales tienen como objetivo proporcionar comodidad y seguridad al jinete, además repartir el peso de éste sobre el lomo del animal.

Dependiendo de su propósito, las características de las monturas cambian:

• En salto y carreras: la montura tiene estribos cortos; ayuda al jinete inclinarse hacia delante y conseguir la velocidad máxima del animal.
• En adiestramiento: la montura es larga y honda.
• Para cabalgatas: la montura de tipo vaquero tiene que ser cómoda para aguantar muchas horas sobre el caballo.

Aparte de la montura se usan distintas clases de cabezadas o correas, frenos o bocados, para trasmitir las señales al animal.

En nuestra opinión, el uso de estas martingalas o conjuntos de correas para impulsar o controlar la posición de la cabeza del caballo, es parte del conjunto de prácticas que desconocen los principios de la Teoría del Aprendizaje y los estudios científicos sobre la forma de aprender de los caballos, todos conceptos básicos de la ciencia de la equitación.

También existen elementos para proteger las patas del animal, como las vendas que se usan con el fin de fortalecer sus tendones, articulaciones y ligamentos.

Para más información sobre este tema recomendamos visitar la web de la Asociación Internacional de Ciencias de la Equitación: https://www.equitationscience.com/.

Beneficios de montar a caballo

Montar a caballo, aparte de ser muy placentero, aporta muchos beneficios.

Ya hemos dicho que montar a caballo puede resultar una experiencia única si decidimos cabalgar por la naturaleza de manera libre, conociendo lugares donde sólo se puede llegar a caballo.

Además esta actividad nos brinda una amplia gama de beneficios físicos y psicológicos como los que mencionaremos a continuación.

El elemento diferenciador de la actividad de montar a caballo es la interacción con el animal. Mientras más se practica, más coordinación se logra, y esto implica para las distintas marchas (paso, trote o galope) una permanente acción de abdominales, espalda, glúteos y piernas. Además de un sentido especial del equilibrio y de la autoestima que se produce al comprobar que el caballo responde a las ayudas del jinete.

Beneficios físicos de montar a caballo

1. Regula el tono muscular, haciendo trabajar abdominales, espalda, glúteos y piernas, lo que contribuye a modelar nuestro físico.
2. Mejora el equilibrio vertical y horizontal.
3. Produce descontracturación de los músculos.
4. El tronco se mantiene erguido, lo que favorece a la postura y su corrección. En el caso de la mujer, trabaja espaldas y hombros, y mejora la posición del busto. Contribuye a disminuir la flacidez de los músculos de la zona pectoral.
5. Estar atento a los distintos cambios de ritmo en el andar del caballo permite favorecer la coordinación motriz fina y gruesa, los reflejos y la planificación motora.
6. Mejora la percepción de nuestra postura corporal favoreciendo también la adquisición de lateralidad.

Beneficios psicológicos de montar a caballo

1. Montar a caballo favorece nuestra confianza, control de nuestras emociones y mejora nuestra autoestima al sentir que logramos, mediante nuestras ayudas, tener bajo control al animal
2. Tener el caballo bajo nuestro control mejora nuestra concentración y capacidad de atención, favoreciendo a nuestra memoria.
3. Tener el caballo bajo control nos refuerza sentimientos como el respeto y la responsabilidad.
4. Ayuda a superar nuestros miedos y a gestionar mejor los problemas. A medida que aprendemos a comunicarnos con el caballo, mejoramos la capacidad de resolver situaciones de conflictos que se pueden presentar. Esto nos aleja del miedo y nos ayuda a resolver problemas de manera veloz.

Montar a caballo es una actividad muy versátil

La equitación permite las más variadas actividades, desde montar en distintos tipos de terreno como playas, llanuras, montañas; compartir con grupos de amigos, practicar distintos deportes hípicos como lo son el salto, la doma clásica, el concurso completo, o participar de juegos en equipo como lo es la práctica del polo que cada día reúne a más adeptos.

Podemos comenzar a montar a caballos desde los tres años hasta la edad en que posibilidad física de movernos con cierta facilidad.

El trote es un aire muy duro con movimientos verticales por lo cual personas mayores con problemas de cadera o de columna dejan de montar. El Peruano de Paso les da la posibilidad de volver a cabalgar porque en el paso llano, el caballo se mueve suavemente de manera horizontal y no sacude al jinete.

Montar a caballo es apto para todas las edades e incluso para personas con incapacidades, ya que este animal no hace distinciones, solo se requiere montarlo con arreglo a algunas pautas que todos las podemos practicar.

¿Cómo se desarrolla la actividad de montar a caballo en Europa?

En Europa existen muchas opciones para quienes decidimos montar a caballo. La más importante es la presencia de centros ecuestres o clubes hípicos en la gran mayoría de los países europeos.

En ellos podemos dejar a pensión a nuestro caballo, para que se encarguen de su alimentación y de su salud, según el caso. Además también cuentan con la opción de darte un entrenamiento mínimo durante la semana si no te es posible asistir al centro ecuestre o club todos los días para salir a cabalgar en el campo o realizar alguna práctica deportiva.

También existen residencias en el campo que ofrecen la actividad de realizar rutas a caballo, es decir practicar turismo ecuestre en distintos lugares de cada país. Para esta práctica hay Tour Operadores especializados sólo en turismo ecuestre que ofrecen vacaciones a caballo en distintas partes del mundo, permitiendo contratar sus servicios en cualquier país de Europa, Asia, África, América del Norte o América del Sur.

Asimismo, en toda Europa existen Asociaciones Hípicas con alcance nacional de toda índole que tienden a favorecer la práctica de la equitación en sus distintas variantes. Estas organizaciones capacitan a instructores y profesores que trabajan en los centros ecuestres, además de fijar normas y directrices para la práctica de la equitación. Entre las más importantes podemos señalar a las Federaciones o Asociaciones Hípicas nacionales de UK, Alemania, España, Francia y Portugal.

Podemos afirmar que la gran pasión de montar a caballo cuenta en Europa y en el resto del mundo con una infraestructura que nos ayudará a disfrutar de esta emocionante actividad.

¿Cómo montar a caballo por primera vez?

A continuación te brindamos algunos consejos a tener en cuenta al montar a caballo por primera vez:

1. Para practicar la equitación debemos tener un caballo, pero si no lo tenemos podemos concurrir al centro ecuestre o club hípico más cercano y allí nos proveerán del mismo; sino, también podemos comprar los servicios de rutas a caballo que brindan los distintos proveedores, como hemos explicado.
2. Es conveniente disponer de pantalones para montar, botas de montar con suela de cuero, no de goma, un casco de seguridad, ropa cómoda y un par de guantes de montar, según los casos. No mencionamos espuelas pues es para jinetes avanzados. Todos estos elementos se pueden adquirir en tiendas hípicas que existen en suficiente cantidad en toda Europa y también en distintas partes del mundo.
3. Si la práctica será cabalgar por el campo además es necesario llevar para las travesías una cantimplora o botella plástica con agua para hidratarse, filtros solares para cubrir manos, brazos, cuello y rostro, para evitar los efectos del sol, sobre todo si la jornada es de varias horas. Esta práctica es conveniente hacerla en grupo. Si sale solo es importante poner en la alforja algunos elementos de primeros auxilios.
4. Si tiene un caballo propio, además de lo mencionado, debe disponer de todos los equipamientos para el caballo: silla de montar completa, apropiada para la práctica que usted se proponga realizar (consultar con un instructor), cabezada con riendas y bocado o filetes, un cabestro para atar el caballo en caso de cabalgar en el campo, cabezada de cuadra, eventualmente una fusta, un equipo de aseo como cepillos y rasquetas para acicalar al caballo antes de ensillarlo.
5. Es importante tener un seguro para montar por si llega a ocurrir un accidente. Montar no es peligroso si se aprende paso por paso bajo las instrucciones profesionales de un entrenador. Tener una formación sólida es la base para obtener la mayor seguridad, además de poseer todo el equipamiento y los accesorios necesarios.

También es importante destacar lo siguiente:

1. Podemos montar a caballo a cualquier edad (desde los tres años hasta los 80 años o más según estado físico general).
2. No necesitamos tener una cualidad física en especial, hasta personas con discapacidades físicas o psíquicas pueden montar a caballo. Como cualquier otra actividad física, es mejor tener un cierto estado físico general para su práctica, pero esto no es algo excluyente. Además, la práctica de la actividad contribuirá a lograr un mejoramiento físico.
3. Es muy recomendable concurrir a algún centro ecuestre para que un instructor nos brinde las clases mínimas para comenzar con la práctica de la equitación, y nos explique cómo preparar y tratar al caballo. En Ampascachi ofrecemos un programa para aprender a cabalgar en el Valle Traslasierra.
4. Siempre es mejor empezar a montar en un caballo de edad media (diez años), bien domado, que además tenga carácter tranquilo. No es conveniente empezar a montar con caballos jóvenes que suelen tener más temperamento.

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