Cómo montar un caballo - Parte I

Autor: Pablo Imberti Fecha: 25/02/2020

6 Principios para aprender a montar a caballo

Aprender a montar a caballo es algo maravilloso y una vez que te vincules a un caballo y a la afición de montar, sobre todo en el campo, no abandonarás jamás, pero así mismo requiere comprender primero, algunas cosas.

Montar a caballo es una actividad física y requiere que nuestro cuerpo aprenda a moverse y a estar sobre el lomo de un caballo en movimiento.

Esto no se aprende mirando TV ni leyendo un libro, si bien debo decir que las técnicas escritas o filmadas, son importantes para recordarlas y tenerlas presentes.

Sin embargo, más importante para aprender a montar a caballo, es practicarlas de manera que las ejecutemos cada vez con mejor precisión, sin dejar que esto se convierta en un rigor extenuante, sino en la satisfacción que nos produce, cuando cada vez las técnicas de montar a caballo nos salen mejor.

Produce un gran placer al sentir que acompañamos, armónicamente, el movimiento de nuestro caballo, de una manera cómoda y segura.

Para aprender las técnicas de montar a caballo es importante que alguien nos enseñe y ese alguien son los instructores de equitación, debidamente calificados que se encuentran en los distintos centros ecuestres. Estas personas nos guiaran y serán quienes al ver cómo ejecutamos las técnicas de montar, nos corregirán, logrando así que no profundicemos o afiancemos movimientos y posiciones erróneas, que una vez incorporadas son difíciles de erradicar.

Muchos hemos aprendido desde niños, quizás en el campo, a subirnos a un caballo y mirando a otros, haciendo experiencia propia hemos terminado montando a caballo con cierta habilidad, pero esta manera de aprender nos dará la capacidad, para andar a caballo, de una manera intuitiva, sin saber que podemos sacar más provecho del binomio hombre/caballo, si alguien entrenado nos enseña.

Anécdota sobre Don Álvaro

En una ocasión, Don Álvaro Domecq Díez, un extraordinario jinete y rejoneador español, era observado por un espectador, y al ver éste como Don Álvaro realizaba, con gran precisión, toda clase de movimientos con su caballo, le preguntó:

- Don Álvaro, ¿como hace usted para manejar así a ese caballo?

- Y este le dijo: “Si Usted quiere saber cómo lo hago mire muy bien mis manos y mis piernas”.

Al terminar la práctica, el espectador le dijo Don Álvaro:

- Hice lo que usted me dijo: Miré con atención sus manos y sus piernas pero no vi nada.

- Don Álvaro le respondió: Entonces estoy haciendo las cosas bien.

“Cuando la técnica de montar a caballo, llega a su máxima expresión por talento y por práctica, las señales que el jinete transmite a su caballo son imperceptibles a la vista.”

Montar a caballo trae beneficios físicos, mentales y emocionales

Físicos porque al montar, igual que cuando andas en una bicicleta, debes mover una serie de músculos para mantener el equilibrio y además para acompañar el andar del caballo.

Mentales pues el montar a caballo es un aprendizaje permanente y la ciencia ha demostrado que el cerebro que está en continuo aprendizaje genera mucho más conexiones neuronales que, entre otras cosas, favorecen con el mantenimiento de la memoria.

Emocionales pues la conexión y entendimiento para conducir un caballo nos proporciona un acercamiento con la naturaleza, sobre todo si cabalgamos en ella, permitiendo sentir emociones de tranquilidad que no relajan del estrés diario de la ciudad.

A continuación veremos 6 puntos básicos a tener muy presente para vincularnos a los caballos y montarlos correctamente.

Estos temas serán planteados en dos post siendo este el primero. En las dos partes de este post los temas planteados serán tratados a nivel informativo y aclarando, que cada uno de los 6 temas mencionados, son desarrollados a un nivel muy introductorio, dirigido a personas que quieren informarse sobre cómo comenzar a montar a caballo y que, como dijimos antes, es importante que alguien nos enseñe a hacerlo.

1. ANTES DE COMENZAR A MONTAR A CABALLO

Antes de comenzar a montar deberás aprender a relacionarte con el caballo y para ello debes conocer cómo agarrar a tu caballo si está en el campo, como atarlo, como hacer que camine a tu lado jalando de una cuerda, como debes limpiarlo y prepararlo para poder montarlo.

Esto aumentará el disfrute de la relación y permitirá aumentar tu seguridad, en lo que haces, con relación al caballo, y sobre todo a manejarte con tu caballo sea que salgas a cabalgar solo o con un grupo de jinetes.

Agarrar al caballo

Para agarrar un caballo en el campo es importante acercarse a este, no de manera frontal sino de costado, en una actitud indiferente como si fueras a pasar de largo, teniendo un bozal con cuerda en la mano, y acercarte de manera tranquila pero decidido y al estar cercano comienza a acariciar su cuello de manera que te permita pasar la cuerda del bozal sobre su cuello para luego colocarle este y así poder conducirlo.

Si el caballo se aleja de ti deja que se mueva sin correr ni gritar, solo con paciencia vuelve a acercarte hasta que logres su entrega.

Con algunos caballos más difíciles, puedes recurrir a darle cosas que les gustan como algo dulce o granos, de manera que al verte con el morral de los granos el caballo, por iniciativa propia, se acerca a ti y puedes agarrarlo. Por supuesto, como todo en la relación con los caballos, hay que practicar.

Guiar al caballo a la cuerda

Una vez que has agarrado a tu caballo y lo tienes con una cuerda que está tomada a la parte de abajo del cabestro o bozal debes aprender las primeras maniobras para que el caballo camine junto a ti si tener que arrastrarlo, es decir comenzamos a aprender cómo hacer esto, que si bien es fácil, debemos hacerlo bien.

Para ello comenzarás a aplicar un principio de la teoría del aprendizaje: “El caballo recibe un estímulo a través de una presión, y este trata de librarse de ella, y para esto intentará una respuesta que es la que tu esperas”, por ejemplo, que salga caminando a tu lado.

Si esto ocurre, aflojarás la presión y así, practicando esta técnica, que por supuesto un instructor te la enseñara en detalle, el caballo comenzará a caminar a tu lado solo jalandolo de la cuerda que cuelga del cabestro o bozal.

Atar al caballo

Una vez que puedes llevar al caballo caminando a tu lado debes poder atarlo a un lugar fijo, tanto para poder limpiarlo como para poder ponerle la montura.

Para atarlo en un lugar, lo harás utilizando la cuerda que has enganchado al bozal o al cabestro. Debes atarlo a un lugar muy sólido y a una altura suficiente como para que no cuelgue la cuerda, y sea pisada por el caballo, ni tampoco muy alta como para que la cabeza del caballo esté restringida de moverse.

Hay quienes sostienen que al caballo no hay que atarlo con nudos sólidos, pues en el supuesto, que por alguna circunstancia, el caballo se asuste y entre en pánico, pueda tirar de su atadura y ésta pueda ceder, para que el caballo se libere.

En Ampascachi opinamos siempre, que las ataduras sean firmes y correctas, para evitar daños al guía o al caballo, y que el caballo no se libere si tira de la atadura, evitando de esta manera que se expresar el intento de huida, situación muy perjudicial para el manejo de su conducta.

Para explicar y fundamentar esta opinión, deberíamos extendernos muy a fondo en la teoría del aprendizaje, cosa que escapa a las intenciones de este post, pero valga nuestra opinión basada en ciencia, práctica y experiencia.

Limpiar al caballo

Para preparar a tu caballo, antes de ponerle la montura, debes siempre limpiar su cuerpo y sus cascos. Esta es una actividad en la que aparte de aumentar tu relación de conexión con el caballo es práctica para revisar si el mismo presenta algún tipo de lesión o siente algún dolor.

La limpieza del cuerpo consiste en sacar el barro o arena adherida al cuerpo y para esto se utiliza una rasqueta sólida, preferible de plástico, que permita rascar y así aflojar la tierra fijada a los pelos del caballo.

Tener cuidado en las zonas de huesos salientes y en sus extremidades inferiores, en estas zonas es preferible usar un cepillo de cuerpo más blando que la rasqueta sólida. El trabajo se termina removiendo el polvo que queda con cepillos de cerda.

Con un cepillo especial se procede también a desenredar la cola y las crines del caballo, este trabajo se comienza, en el caso de la cola de abajo hacia arriba de manera de comenzar a desenredar las partes menos pobladas de cola y crines. Un caballo al que se le ha hecho este trabajo luce de manera excepcional.

Hecha esta limpieza general podemos entrar a limpiar con esponjas húmedas o paños zonas delicada, como interior de orejas, ver que no se presente en ellas ningún cuerpo extraño, o las zonas cercanas a los ojos a los que debemos revisar que no presenten exceso de lagrimeo, enrojecimiento o hinchazón.

Por último, debemos levantar cada una de sus extremidades para limpiar los cascos de barro o piedras, que puedan estar adheridas a la zona palmar del casco, y que entorpecen la pisada del caballo.

La limpieza de los cascos se puede terminar, si se quiere, con tinturas o aceites especiales para cascos que no solo realzan el color de los mismos, sino que sirven evitar la pérdida o ganancia de humedad de los mismos.

Esta es una cuestión algo controvertida, pues los caballos en la naturaleza no tienen estos aceites o ungüentos y sin embargo tienen cascos sanos. El problema es cuando se altera el estado natural y esto es muy difícil de manejar.

En Ampascachi opinamos que estos ungüentos solo sirven para un exaltamiento estético y por esto no los usamos, salvo alguna cuestión muy delicada o tratamiento ordenado por el veterinario o herrador.

2. ENSILLAR Y PONER LA BRIDA

Al caballo ya lo has agarrado y lo has conducido al lugar donde lo has atado y lo has limpiado, ahora solo queda poner la montura y la brida, para poder montarlo.

La montura

Existen muchos tipos de sillas para montar y de bridas quizás las más populares sean la silla o montura inglesa y la tipo western (usadas por los cowboys del oeste norteamericano), pero están la española, portuguesa, y en Sudamérica, están las sillas peruanas, el recado argentino etc.

La forma de colocarla sobre el lomo del caballo responde a los mismos principios que son los de asegurar correctamente la silla de montar al lomo del caballo, para evitar accidentes y además que no produzca daños sobre el lomo de éste.

Como hemos dicho es importante que alguien te enseñe a hacer esta tarea de ensillar y colocara la brida, que no es difícil. Cuando lo hagas por primera vez comenzarás a acostumbrarte rápidamente a ello, adquiriendo práctica.

Las monturas, cualquiera que sean sus características o tipos de ellas siempre son un conjunto compuesto por los siguientes elementos.

1. El mandil o sudadero que es una manta acolchonada que se coloca directamente sobre el lomo del caballo (recordar que debemos tener el lomo perfectamente limpio de cualquier basura o granos de arena). Los hay de distintos tipos, pero su colocación sirve para amortiguar el apoyo de la silla de montar sobre la musculatura del lomo del caballo para evitar los rozamientos que lastimen al caballo y además para absorber la transpiración del mismo. Las hay más gruesas o delgadas dependiendo de los materiales de que este hecho el mismo y además de su forma.

2. La montura o silla propiamente dicha la que puede estar hecha de cuero que forra una estructura o casco de madera, en la actualidad se remplazado la madera por otros materiales más livianos y moldeables. La montura siempre debe ser capaz de mantener libre o sin contacto la zona de la columna vertebral del caballo sobre todo en la zona donde se asienta el jinete, estos también para mantener a esa zona que no tiene músculos libre de rozamiento que originan hematomas.

3. La montura lleva adherida a ella, a ambos lados, las estriberas donde se enganchan los estribos y la cincha que es un elemento de cuero, tientos o fieltro, entre otros materiales, y que sirve para fijar la montura al lomo del caballo y que va adherido a la montura (de diferentes formas) de un solo lado.

Explicado el conjunto de elementos mínimos que componen a la montura, ahora miramos, de manera muy esquemática, el proceso de colocación de la montura.

1. Con el caballo atado, como dijimos, y parado del lado izquierdo, generalmente, procedes a poner el mandil o sudadera sobre el lomo del caballo, tapando a este desde la zona de la cruz y hacia atrás. A esta manta o mandil lo desplazas luego hacia atrás de la cruz procurando que el pelo del caballo quede alisado debajo de la misma. Debes controlar que la manta caiga sobre los costados del lomo en igual longitud de cada lado.
2. Sobre esta manta procederás a colocar la silla de montar viendo que siempre tenga la manta debajo y que strong>ningún punto de la montura toque en forma directa el lomo del caballo.
3. Una vez colocada la silla sobre el lomo del caballo procederás a fijarla a este haciendo uso de la cincha. Para esto pasarás tu mano y brazo por debajo de la panza del caballo, con mucho cuidado, para tomar el extremo de la cincha que estará colgado del otro extremo de la silla hacia el suelo (Fig. 1). Una vez que lo tomes pasarás la lonja de cuero o suela que disponga (según el tipo de cincha) por una argolla metálica que posee la montura y procederás a ajustarla hasta un punto de que esté seguro que la silla no se desplazará hacia los costadoscuando te apoyes en uno de los estribos. La forma de ajustar y de fijar depende del tipo de cincha y de montura que estés utilizando (Fig. 2).

La brida

La brida es un conjunto de correajes que unidos al bocado o freno sirve para sujetar la cabeza del caballo, del bocado se sujetan las riendas y a través de ellas el jinete puede conducir al caballo.

La colocación de la brida es una maniobra también fácil, pero requiere que la practiques con alguien que te guíe. Explicamos, para que tengas una idea, cómo hacerlo:

Si el caballo está bien domado apenas apoyes el cocado sobre los dientes, él abrirá la boca dando paso al bocado y entonces con la mano derecha procedes a hacer calzar el resto de la cabezada de la brida por detrás de la orejas del caballo.

3. SUBIR AL CABALLO Y SENTARSE EN LA MONTURA

Aquí expondremos brevemente cómo subirnos y sentarnos correctamente en la silla.

Subirnos al caballo

Esta es una acción relativamente fácil, vamos a dar una explicación para el caso de un caballo de mediana estatura. En caso de resultar muy alto el caballo podrás necesitar un taburete para subirte a él.

Al ser la primera vez que comienzas a montar es conveniente que alguien sujete al caballo en la parte de adelante tomando las riendas, como siempre: “Que alguien te esté instruyendo”. Los pasos a dar son los siguientes:

El caballo está ensillado y conviene sacarlo fuera del establo, pues para montar es preferible un espacio abierto. Verifica que cinchas y correas estén todas bien ajustadas, que el largo de estribos sea correcto y que tengas puesto el casco. Con tu mano izquierda tomas las riendas y un mechón de la crin del caballo.

Con la mano derecha toma el estribo para acomodarlo y coloca tu pie izquierdo en él, tratando que la punta del mismo no incida sobre el costado del caballo. El pie es preferible que esté lo más paralelo posible, al lomo del caballo.

A continuación con tu mano derecha toma el borren trasero de la montura y comienzas a hacer fuerza con tu pierna que está sobre el estribo para levantarte. Esta acción requiere de un cierto esfuerzo, pero si comienzas dándote impulsos con la pierna derecha, tendrás un envión inicial, que te ayudará. Nunca trates de colgarte o hacer fuerza jalando de la montura, la fuerza se debe hacer con la pierna y una vez levantado tu cuerpo comienza a inclinarte hacia adelante y en dirección del cuello del caballo y levantas la pierna derecha para pasar sobre el cuarto trasero del caballo y sentarte suavemente sobre la montura e introducir el pie derecho en el estribo.

A continuación debe acomodar tus estribos al largo correcto de tus piernas, alargándolos o acortando, para esto te puede ayudar la persona que estuvo sujetando el caballo, con la práctica lo harás tú solo, regulando el largo con las hebillas de la estribera. También tomarás correctamente las riendas.

Sentarse en la montura

Como sentarse es muy importante, pues a partir de una correcta posición podrás manejar tu equilibrio, tu asiento y podrás seguir los movimientos del caballo sin desequilibrarlo a éste.

Daremos las primeras, pero importantes pautas de cómo sentarse.

3. La posición correcta es cuando obtienes una línea recta que comienza en tu hombro toca el codo de brazo y la punta del talón y tu pie está alineado con tus rodillas de manera que tus rodillas también estén en línea recta con la punta de tu pie en el estribo.

4. Toma las riendas una en cada manos si montaras estilo clásico. La rienda debe entrar sobre el dedo meñique y salir sobre el pulgar que el que junto al puño cerrado controla la sujeción de la rienda. El cierre de las manos, manteniendo el pulgar hacia arriba, debe ser relajado y no rígido.

Bueno, por supuesto esto es el principio de estas acciones que irás perfeccionando con la práctica, pero como ves, hasta aquí no parece tan difícil. Comenzar a montar te dará una gran satisfacción, y si lo haces y practicas con alegría, nunca dejarás de hacerlo.

La Parte I termina aquí, pero continuamos en la Parte II, para seguir con los principios básicos para aprender a montar a caballo.

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